Las nuevas tendencias en educación han propiciado cambios
sustanciales y transformaciones en la manera de desarrollar el proceso
formativo; en consecuencia, los roles tanto de los estudiantes como de los
profesores se han visto alterados, y para estos últimos se hace necesario
demostrar su competencia mediacional para favorecer el aprendizaje
significativo, al activar y apoyarse de sus conocimientos previos, motivar la
construcción de los mismos, la reflexión y transferencia de lo aprendido, y
brindar ayuda cuando el estudiante ya no pueda avanzar por sí solo, además de
favorecer la cooperación y un ambiente propicio.
En educación presencial este proceso se da cara a cara; en
el caso de la educación a distancia o en línea es realizado a través de
diferentes medios, entendido como comunicación mediada, pues se requiere de una
serie de medios para generar la comunicación entre el estudiante y el docente,
y viceversa, además de las personas que están involucradas en el proceso de
formación; esto implica integrar el modelo didáctico, es decir, definir
objetivos, selección y estructuración de información, acceso a los contenidos,
elección de medios, mediatización de contenidos de enseñanza, etcétera. En la
presente unidad abordaremos la importancia de la integración del modelo
didáctico para la mediatización de contenidos de enseñanza. Este proceso de
mediación puede ser comprendido a través de sus distintas fases de concreción,
es decir, a partir de los elementos en los que centra sus acciones: el tema, el
aprendizaje y la forma.